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La agricultura ha jugado un papel fundamental en la historia de la humanidad, ya que ha sido responsable de proporcionar comida para la población y generar ingresos económicos. Sin embargo, en los últimos años, se han presentado diversos desafíos que están afectando su sostenibilidad y eficiencia.
Uno de los principales desafíos es el crecimiento de la población mundial, según la FAO se estima que para el año 2050 habrá más de 9 mil millones de habitantes en el planeta, lo que significa un aumento en la demanda de alimentos. Además, los efectos del cambio climático y la escasez de recursos hídricos también están impactando negativamente en la producción agrícola.
Por otra parte, el uso excesivo de pesticidas y fertilizantes químicos en la agricultura convencional está generando problemas de salud tanto para los consumidores como para los trabajadores agrícolas, además de contaminar el suelo y el agua.
La falta de nutrientes en los alimentos también es un problema, ya que los monocultivos y el uso de agroquímicos están empobreciendo la calidad del suelo y por lo tanto afectando la nutrición de las plantas. Lo cual impacta directamente en la salud de las personas que consumen estos alimentos.
Ante este panorama, es evidente la necesidad de encontrar soluciones innovadoras que permitan mejorar la sostenibilidad y eficiencia de la industria agrícola. Es aquí donde MIJARDIIN microfarm entra en acción.
MIJARDIIN microfarm es una micro granja vertical de interior que se dedica a la producción de micro vegetales utilizando tecnología avanzada y sostenible. Esta técnica permite producir más en menos espacio y con un consumo mínimo de recursos hídricos y energéticos.
Son instalaciones de producción agrícola que se realizan en espacios cerrados ya provechan la luz artificial y tecnología de iluminación LED para cultivar plantas sin necesidad de suelo. Esto permite una mayor eficiencia en el uso del espacio, ya que se pueden apilar varias capas de cultivos en un mismo lugar. Además, al no utilizar suelo, se reduce la necesidad de agua y la aparición de enfermedades en las plantas.
•Producción local y fresca: al cultivar los alimentos en el mismo lugar donde serán consumidos, se reduce significativamente el tiempo y la distancia de transporte, lo que se traduce en alimentos más frescos y nutritivos.
•Mayor seguridad alimentaria: al ser un sistema controlado, se evita la exposición a pesticidas y otros químicos utilizados en la agricultura convencional.
•Menor impacto ambiental: el uso eficiente del agua y la energía, así como la reducción de emisiones de CO2 por el transporte, contribuyen a disminuir la huella ecológica.
•Oportunidades de empleo y desarrollo local: las granjas verticales pueden ser una fuente de empleo y desarrollo económico para comunidades locales, ya que no requieren grandes extensiones de terreno para su instalación.
En cuanto a los alimentos producidos en estos sistemas, se ha demostrado que tienen un mayor contenido de vitaminas y antioxidantes en comparación con algunos productos cultivados convencionalmente. Además, al no estar expuestos a agentes contaminantes del ambiente, son más seguros para el consumo humano.
Sin embargo, es importante mencionar que las granjas verticales de interior no son una solución única para los desafíos de la industria agrícola. Se deben seguir explorando y adoptando otras prácticas sostenibles, como la agroecología, y la agricultura urbana, para lograr un sistema alimentario más equitativo y respetuoso con el medio ambiente.
En definitiva, las granjas verticales de interior son una opción prometedora para la producción de alimentos frescos y saludables en entornos urbanos, pero deben ser parte de un conjunto de medidas sostenibles para lograr una alimentación nutritiva y sostenible a nivel global. Así, podremos garantizar la seguridad alimentaria y proteger nuestro planeta para las generaciones futuras.
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